Hablé hace un tiempo de lo mucho que odiaba a este ser, al que no me atrevo a llamar persona. Pues bien: mi odio se ha renovado, porque he descubierto que, además de ser una putísima mierda como cineasta, también es un jeta y un palurdo.
Uh Güebón haciendo el gesto de la victoria
He aquí lo que ocurriere. La semana pasada, en plena producción de Far Cry, su nueva patada en las gónadas al mundo de los videojuegos, publicó una subasta para ver quién se ofertaba como extra para su película. Lo gracioso es que el precio inicial de la puja era de 2500 euros, ¡pero! el que ganara también tenía que pagar el viaje y la estancia en el hotel (la de Uva, claro está). Por supuesto, no hubo ningún pujante, o pujador. Olé tus huevos, Boll. En fin, a ver si le queman ya.
Fuente.
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