11/9/07

Puta mierda

Finalmente, se acabó el verano. Se acabó el tocarse los cojones a dos manos, el ver 1,7 películas al día (he visto en estas vacaciones algo más de 100), el pasarme Final Fantasies al 100% en una semana, el ir al cinemá entre semana y por tanto pagar menos, el no hacer los deures d'estiu, el ponerme el despertador a las 11 y hacerle caso sólo si me pilla con ánimo elevado, el acostarme a las tres después de vagar por la red sin motivo concreto, el "¿Te vienes a dar una vuelta?" que no implica ir a comprar un libro o un paquete de tinta de impresora, el ir sin ropa interior todo el día sin preocuparme de si se me sale tal testículo o tal otro, el reírme de los primos que ya han entrado a currar.

Saludemos con suma reverencia e impotencia irrevelada al levantarse a las siete y cuarto cada mañana, el ir a clases de inglés porque en el insituto no lo enseñan bien y viendo series en V.O. no dan título, el buscarse un trabajo de profesor particular porque sino el verano siguiente me va a tocar hacer algo probablemente menos sano, el aguantar al profesor viejuno con suéter bordado por su madre que no deja bostezar al cansado ni meditar al aburrido del que habíame considerado libre, el hacer un trabajo largo de cojones (relativamente, siempre relativamente) exclusivo para Cataluña, la tierra de los ríos de leche y miel, el reducir el tiempo libre a tres horas diarias siendo muy positivos, el tener que volver a bajar por la tarde a clase un día entre semana, el prepararme para la selectividad y, sobretodo, el olor pútrido y letal de las sobacadas de preadolescentes que aún no se han dado cuenta de los humores gaseosos que destilan.

...Por lo menos no tengo gimnasia.

¿Vomitivo? Sí. A mí me ha dado una arcada, o algo. Tiene liquidillo y tal.