15/4/07

A la hoguera (Parte II)

Hoy me toca a mí quejarme de Uwe Boll (¿cómo se pronuncia, por cierto? ¿Yúu Ból?), doctor en literatura por la universidad de Colonia, odiado por tantos y tantos aficionados a los videojuegos y al cine. Este director alemán lleva años destruyendo clásicos de los videojuegos, como pueden ser House of the Dead, Bloodrayne y Alone in the Dark, con pésimas películas que mayoritariamente no he visto (porque soy incapaz de aguantarlas y porque preferiría clavarme una aguja en un huevo a ver una obra suya).

Uwe Boll, aborto de director de cine

Hasta hace poco, lo cierto es que este ser no me molestaba demasiado -dejando de lado el tema de que soy aficionado al cine, me gustan las cosas bien hechas y no aguanto la basura que nos están echando estos últimos años- porque, si bien me he fulido mis buenas pagas viciándome al House of the Dead en los recreativos, tampoco es que me hubiera estropeado ningún juego de infancia. Me resultaba gracioso que alguien tan terriblemente inútil consiguiera financiación, e incluso actores famosos (Christian Slater, Kristianna Loken, -estos dos sí que me molestan y me duelen profundamente- Ben Kingsley y Michael Madsen), a pesar de ser tan lamentable como es. Sin embargo, el año pasado me tocó la moral definitivamente, cuando me enteré de que planeaba adaptar Dungeon Siege.

Dungeon Siege es un videojuego de rol bastante típico y repetitivo, pero tiene para mí el atractivo de que fue mi primer juego del estilo -adoro aquellas mulas-, además de que su segunda parte es uno de mis juegos de ordenador favoritos. Deseaba que, al menos, hiciera algo aceptable, pero no: dirigió un tostonazo de tres horas, en el que están implicados, para gran pena por mi parte, John Rhys-Davies (Gimli) y Ray Liotta (Uno de los Nuestros), entre otros actores conocidos (alguno de ellos mucho) pero ya no tan queridos por mí: Burt Reynolds, Jason Statham, Claire Forlani (seguro que Uva vio aquella tan mala de Jackie Chan, la del talismán, porque salían la Forlani y Rhys-Davies), Leelee Sobieski. Definió su película como una mezcla entre fantasía épica y artes marciales. Escalofríos, ¿eh?. Poco sorpresivamente, no encontró una distribuidora; para no tener que meterse la película por el culo, ¡creó una distribuidora propia!

Así es, amiguitos. Uwe Boll es imparable. La única esperanza que parece quedarnos a los amantes de los videojuegos y el buen cine es que este director muera. De forma lenta y dolorosa, a ser posible.

1 comentario:

El Chico dijo...

Ten cuidado a ver si te va a retar a un combate de boxeo, XDD que malo es el japuta.
Espero que el mamon no sepa nada de Metal Gear porque como me joda haciendo una adaptación voy a ser yo quien le rete a un combate de boxeo.